Mira que vaina, quien diría que la apertura de un colmado ha cambiado en algo mi existencia.
Como ya sabrán mis lectores, llevamos unos 24 años viviendo en la Florida Central. Cuando nos mudamos desde Puerto Rico, era difícil conseguir los productos hispanos que acostumbrábamos comer en la isla. Recuerdo que viajábamos un buen rato para ir a las pocas bodegas o colmados que existían para comprar los condimentos, los vegetales y las chucherías que nos gustaban. Para comer fuera, era otra odisea, porque eran poquísimos los restaurantes de comida hispana en el área. Recuerdo que había una panadería y una cuantas carnicerías.
Cuando alguien anunciaba visita desde la isla, uno rogaba porque le trajeran café, viandas, pasteles y sobre todo sofrito...
Yo aprendí a sembrar ajies dulces y cilantro para hacerlo yo mismo porque no podía depender de que las visitas me lo trajeran congela’o amén de que todo el mundo odiaba el encargo.
Entrando los años 90 hicimos una gran fiesta cuando la cadena puertorriqueña Pueblo Xtra abrió dos locales en la Florida Central. Estaban lejos de nosotros así que hicimos de ésto el paseo semanal con los muchachos. Pero duró poco.
Despues, muchos otros comerciantes hispanos comenzaron a abrir pequeñas y medianas bodegas, panaderías y restaurantes. Los gringos al darse cuenta de la pujanza hispana comenzaron a vender tambien algunos productos hispanos y comenzaron a hornear pan cubano y puertorriqueño a su manera.
Estábamos complacidos porque por lo menos se encontraba, bueno que malo, caro o barato los ingredientes de nuestra mesa.
Un buen día actualizando la portada de Hispanoplaces nos llegó la noticia de que la cadena de supermercados del área de Miami, Sedano’s, abriría tres locales en el area de Orlando y la publicamos inmediatamente. Considerando que ya conocíamos de Sedano’s debido a nuestras visitas a la "Sauacera" y conociendo que es la cadena de dueños hispanos mas grande de los Estados Unidos nos llenó de entusiamo la noticia.
Vigilé muy de cerca el local de Kissimmee y lo visité tan pronto quitaron el rótulo de Albertson’s. Por supuesto que la transición era paulatina pero evidente. Lo primero que me encontré fue un kiosko en donde vendían el famoso café cubano. Aunque todavía en construcción, se empezaba a notar lo que vendría luego. Aproveché la corta visita para llevarme un "bollo" de pan, 10 potes de salsa de tomate por un peso y unos tamalitos cubanos...
Llegué entusiamado a mi casa con el boletín de los especiales de la semana y le prometí a la doña llevarla un sábado a hacer la compra, algo que no hacíamos juntos hacía un buen rato.
Llegó el sábado y lo prometido fue deuda. La doña se volvió loca con lo que encontró. Productos que hacía mucho tiempo no encontraba. Compramos una bola de carne cortada a nuestro gusto que resultó estupenda y estaba a solamente $1.49 la libra. Compramos unos chorizos o butifarras brasileñas, camarones, por supuesto sofrito y un montón de otras cosas. Ella por poco se lleva la tienda...
Par de semanas despues volvió a invitarme a hacer compra. Invitación que hacía mucho tiempo no me hacía, porque sabía que la iba a rechazar. Esta vez decidimos ir a la tienda de la Curry Ford que estaría un poco mas cerca.
Este local se notaba que estaba mucho más adelantado y organizado que el de Kissimmee. Aquí no solamente te encuentras con el kiosko del café cubano sino que hay otro con piraguas. La sonrisa de mi doñita valía un millón... "Tu ves, aquí me siento como volviendo a la isla".
Era cerca del mediodía y las tripitas gritaban. Estratégicamente al entrar y a tu derecha: "pida por esa boca", empanadillas de carne, pollo, o de chorizo, croquetas de jamón, pastelitos de guayaba y otras delicias... Nos apertrechamos con nuestros bocaditos y a empezamos a hacer la compra... (que chulería, comiendo lo que nos gusta).
Paramos en el delicatessen y la doña empezó a pedir jamones y quesos por libra. La dependiente con cada pedido sacaba una muestra para nosotros aprobar el grosor de la cortada, (igualito que en Winn Dixie). Y no solo eso, nos recomendaba otros productos que ella consideraba que nos gustarían, y ¿sabe qué? nos gustaron.
Mientras mi doñita esperaba por los jamones y quesos, yo me moví un tanto y vi a un don cocinando unos bistecs que me puso a salivar. Jalé a la doña y le dije: "hoy tú no cocinas". Pedimos dos órdenes para llevar del bistec, uno con arroz blanco y habichuelas negras y otro con congrí y por supuesto plátanos maduros. Creo que $4.99 cada uno.
Al no tener que cocinar me dijeron que había mas tiempo para noveleriar. Y yo no me quejé.
En adición a la comida, mi doñita se emoció al encontrar productos españoles. Lociones y jabones como el de Castilla. Me regaló un jabón líquido Varón Dandy, (se acuerdan) y me sorprendió con una fragancia masculina llamada "Imperio Azul" que solo le costó $12.99 y que a mí sinceramente me agradó. No solo eso, tambien me obsequió una "Cubavera" ($14.99) que antes las compraba en JC Penney’s por mucho más.
Nos tuvimos que detener un rato en la sección de vinos. Una Cava digna de Reyes. Vinos Españoles, Chilenos, Argentinos. Licores de todo tipo y de todos los presupuestos...
Los empleados con los que tratamos: en la cafetería, la carnicería, el deli, las cajeras y el "bagger" fueron, despues de los productos, la razón principal por la cual volveremos a auspiciar estos negocios. Era como estar en Disney World pero en la Plaza del Mercado. Que mucho vale el ser atendido con cortesía. Ojalá y no se dañen.
Se nota el empeño y el esmero de echar hacia delante esta empresa. Yo como averigua’o, entré a su página de Internet http://www.sedanos.com/ para conocer un poco más de esta gente.
Me llamó poderosamente la atención el beneficio de una tarjeta con valor de $30.00 que Sedano’s otorga a cada uno de sus 2,600 empleados renovable mensualmente, y las miles de compras que reparten gratutitamente en varias actividades a los más necesitados. Con un patrono que piensa de esta forma es una delicia trabajar y un empleado contento hace un trabajo de excelencia que se transmite al cliente, que somos nosotros...
En esta segunda visita charlamos con gente que se cruzó en nuestro caminar por la tienda y nos enteramos que no éramos los únicos en manejar un buen rato para llegar allí. Gente de Lake Mary, de Caselberry y de Altamonte Springs, gente como nosotros, del norte de Orlando. Y sería chévere aprovechar el espacio para mandarle un mensaje a los Sedano, de que por acá arriba vivimos un fracatán de hispanos que nos beneficiaríamos de tener un colmado de este calibre más cerca.
Apopka sería el sitio perfecto ya que atraería a los del norte así como a los del oeste. Hispanos de Ocoee, Winter Gardens, Clermont...
Les damos la bienvenida y esperamos que se envuelvan en nuestra comunidad como lo han hecho por allá abajo. No nos fallen que nosotros no les fallaremos.
( by the way: ésto no es un anuncio pagado)
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