Déjame bregar con el asunto...
Hoy Don Toño va a coger un "break" porque nuevamente mi sobrino Jay, el de Chicago, me envió un escrito muy interesante... No puedo darle crédito al autor porque vino sin firma. Pero si usted conoce al que lo escribió, dígale que se la comió. Esto quiere decir que hizo un buen trabajo.
Al jíbaro, al de monte adentro, se le conoce como "jaiba" que quiere decir que no necesita estudiar mucho, ni tener muchos títulos para ser muy inteligente en sus consejos y sugerencias, puede ser que la frase vino de monte adentro. Pero los políticos no se quedan atrás, y a mí no hay quien me quite, que la frase" déjame bregar con el asunto" se la sacó del buche un político para salir del apuro...
Aquí va el escrito y que lo disfruten...
No sé su nombre, no sé en que época vivió, ni si estará vivo todavía. Pero de lo que sí estoy seguro es que fue uno de los genios más grandes que ha producido la Humanidad.
Su nombre no viene al caso, es su obra la que cuenta. No es otro que ese ilustre Puertorriqueño que se inventó la frase: "Déjame bregar con el asunto…"
"Déjame bregar con el asunto" (y en esto estriba la genialidad de la frase) no quiere decir nada, no se compromete a nada, no nos da indicación de cuando se van a resolver nuestros problemas, ni siquiera si se llegará alguna vez a tomar una decisión sobre el tema.
¿Que usted tiene un teléfono que no le funciona?-No se enfogone, que es posible que la Telefónica ya le haya dicho que "esta bregando con el asunto". ¿Su factura de electricidad es excesivamente alta?-Siempre encontrará un funcionario de la Autoridad que le aconsejará que pague primero y los deje "bregar con el asunto". ¿Su jefe no le acaba de de aumentar el sueldo?-Usted no se puede molestar, porque ya le dijo que se espere un poco y lo deje "bregar el asunto". Y tampoco se puede molestar con los que vinieron a arreglarle la lavadora y tuvieron que salir a buscar una pieza hace ya dos meses y, aunque la condenada pieza no aparece, ellos dicen que están "bregando con el asunto".
Yo descubrí la frase hace cuestión de dos años, en momentos en que mi negocio pasaba por una de esas crisis en que los clientes se quejan, los acreedores agobian y nada parece salir bien. Estaba a punto de enfermarme por las presiones, hasta que un buen amigo me dió la solución: "empieza a bregar con el asunto", me dijo. ¡Que diferencia!
Hoy tengo salud excelente, estoy relajado, me sobra el tiempo, mis clientes y mis acreedores me admiran y me respetan. Saben que ahora que no me importa lo que esta sucediendo, yo soy una persona seria y estoy "bregando con el asunto".
¡Que diferente seria este mundo si la frase hubiera sido conocida desde antes! No existiría la Semana Santa, porque Pilatos estaría todavía "bregando con el asunto". Si las Malvinas hubieran sido puertorriqueñas, no habría ahora que lamentar ningún muerto, porque después de la invasión de Argentina nosotros no hubiéramos enviado ni barcos ni aviones y la Thatcher boricua le hubiera dicho al Parlamento que la dejara "bregar con el asunto".
Porque si hay algo cierto en este país es que ni un solo puertorriqueño tiene derecho a sentirse molesto o defraudado. ¿Quién no sabe que asuntos como el status, los contratos públicos, la corrupción, el crimen, el tren urbano, las primarias, la reforma de salud y un montón de cosas mas, están ya a punto de resolverse, sencillamente porque se está "bregando con el asunto"?
Creo que la mejor demostración de la fuerza pacificadora de esta frase me la dió mi amigo Anselmo, que durante años peleó con su vecino tratando de que el mismo desistiera de criar gallos en el patio de su casa. Anselmo nunca recibió una mala contestación de su vecino, al contrario, siempre lo encontró en la mejor disposición de resolver el problema. Lo único que el vecino le pedía siempre a mi amigo Anselmo era que lo dejara "bregar con el asunto…"
Hoy es un día triste, pues tenemos que enterrar a Anselmo. Falleció ayer victima de una cruel apoplejia. Sin embargo, sus familiares no saben si enterrarlo en Lares, donde nació, en Caguas, donde se crió, o en San Juan, donde vivía. Tampoco se sabe la hora del entierro.
Pero no me preocupo, porque se "esta bregando con el asunto".
Su nombre no viene al caso, es su obra la que cuenta. No es otro que ese ilustre Puertorriqueño que se inventó la frase: "Déjame bregar con el asunto…"
"Déjame bregar con el asunto" (y en esto estriba la genialidad de la frase) no quiere decir nada, no se compromete a nada, no nos da indicación de cuando se van a resolver nuestros problemas, ni siquiera si se llegará alguna vez a tomar una decisión sobre el tema.
¿Que usted tiene un teléfono que no le funciona?-No se enfogone, que es posible que la Telefónica ya le haya dicho que "esta bregando con el asunto". ¿Su factura de electricidad es excesivamente alta?-Siempre encontrará un funcionario de la Autoridad que le aconsejará que pague primero y los deje "bregar con el asunto". ¿Su jefe no le acaba de de aumentar el sueldo?-Usted no se puede molestar, porque ya le dijo que se espere un poco y lo deje "bregar el asunto". Y tampoco se puede molestar con los que vinieron a arreglarle la lavadora y tuvieron que salir a buscar una pieza hace ya dos meses y, aunque la condenada pieza no aparece, ellos dicen que están "bregando con el asunto".
Yo descubrí la frase hace cuestión de dos años, en momentos en que mi negocio pasaba por una de esas crisis en que los clientes se quejan, los acreedores agobian y nada parece salir bien. Estaba a punto de enfermarme por las presiones, hasta que un buen amigo me dió la solución: "empieza a bregar con el asunto", me dijo. ¡Que diferencia!
Hoy tengo salud excelente, estoy relajado, me sobra el tiempo, mis clientes y mis acreedores me admiran y me respetan. Saben que ahora que no me importa lo que esta sucediendo, yo soy una persona seria y estoy "bregando con el asunto".
¡Que diferente seria este mundo si la frase hubiera sido conocida desde antes! No existiría la Semana Santa, porque Pilatos estaría todavía "bregando con el asunto". Si las Malvinas hubieran sido puertorriqueñas, no habría ahora que lamentar ningún muerto, porque después de la invasión de Argentina nosotros no hubiéramos enviado ni barcos ni aviones y la Thatcher boricua le hubiera dicho al Parlamento que la dejara "bregar con el asunto".
Porque si hay algo cierto en este país es que ni un solo puertorriqueño tiene derecho a sentirse molesto o defraudado. ¿Quién no sabe que asuntos como el status, los contratos públicos, la corrupción, el crimen, el tren urbano, las primarias, la reforma de salud y un montón de cosas mas, están ya a punto de resolverse, sencillamente porque se está "bregando con el asunto"?
Creo que la mejor demostración de la fuerza pacificadora de esta frase me la dió mi amigo Anselmo, que durante años peleó con su vecino tratando de que el mismo desistiera de criar gallos en el patio de su casa. Anselmo nunca recibió una mala contestación de su vecino, al contrario, siempre lo encontró en la mejor disposición de resolver el problema. Lo único que el vecino le pedía siempre a mi amigo Anselmo era que lo dejara "bregar con el asunto…"
Hoy es un día triste, pues tenemos que enterrar a Anselmo. Falleció ayer victima de una cruel apoplejia. Sin embargo, sus familiares no saben si enterrarlo en Lares, donde nació, en Caguas, donde se crió, o en San Juan, donde vivía. Tampoco se sabe la hora del entierro.
Pero no me preocupo, porque se "esta bregando con el asunto".
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